miércoles, 15 de febrero de 2012

COSECHA EN CÁCERES



Volver a un lugar donde hay personas que apoyan y reciben tu trabajo se convierte no sólo en un reto con las ganas de seguir sorprendiendo y compartiendo, sino que también significa reunirse para escucharse, moverse, comunicarse con cuerpos y estados de ánimo distintos, y todo lo que conlleva eso. El calorcito de la sala, las cualidades del toque en las que nos imbuímos, se prestaban a que moldearnos  sobre otros cuerpos fuera una tarea fácil y agradable; "sobrevivir" en el movimiento individual y con los otros,  se convierte en todo un estudio detallado de las posibilidades y potencialidades de cada uno a base de una organización corpórea orgánica y fluída, que nos permitieron poder estar activos y presentes en las estructuras de improvisación.
Gracias a todas por vuestro entusiasmo, sensibilidad y ganas de aprender.
Nos vemos en el próximo.
Elena