jueves, 3 de marzo de 2011
LO QUE HICIMOS EN EL TALLER DE BUTOH
La apariencia aparentemente frágil de Nazaret combina con la energía, la fuerza y la intensidad de sus movimientos, pero sobre todo con la verdad de lo que transmite y cómo lo transmite; sus palabras que nos invitaban a las visualizaciones para improvisar tenían el tono justo, la confianza medida para que nos abriésemos cada uno a nuestro mundo interior, pero sobre todo los silencios agradables que nos permitían movernos con lo auténtico, animal de cada uno. Las diferentes cualidades de movimiento salían al encuentro de nuestros cuerpos a través de ese imaginario que nos proponía, las miradas posibles que según ella nos abren un clik de intensidad... ese "tercer ojo", la "sorrisa" que aparecía de vez en cuando, o el hilo rojo sobre el que volamos "anclados" ...
Una experiencia intensa y descubrimiento hacia otra danza, otros mundos, en realidad muy cercanos a la naturaleza del ser humano, de lo primigenio y físico.
Un abrazo a todos los que estuvimos allí compartiendo
Elena
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