Y llegó finalmente el viernes 26 de junio, con unas temperaturas altas en toda España, pero que en en ningún momento eso nos quitó fuerza. En los minutos antes de empezar nuestra acción en la plaza, les comuniqué a todos los participantes que las ciudades con las que estábamos conectados eran Almería, Málaga, Madrid, y León, y que disfrutaran de los momentos que íbamos a tener de escucha, improvisación, y de aquí y ahora. Mi compañera Sara García, de la Asociación Experiencia Danza, estaría conectada haciendo su propia danza/aportación desde el Monasterio de Montserrat, en Cataluña, y sé que le hubiera encantado estar aquí y bailar en la calle para todos como ya lo hemos hecho en otras ocasiones desde que decidimos emprender esta asociación hace 13 años, y que aún seguimos alentando.
Pasamos una tarde maravillosa de emociones, ganas de bailar, de ocupar la calle y de arroparnos entre todos. Vino mucha gente a los ensayos y muy comprometidos en la escucha, otros que ni pudieron estar para el día y otros que sin ensayar se unieron a nuestra acción; y con todo y eso funcionó porque quisimos estar a una, conectados con los otros lugares y sentir nuestro palpitar del corazón más intenso por momentos y trasladarlo a los que nos observaban. Gracias a los que nos acompañásteis todo el trayecto y soportásteis esas temperaturas. Sé que todos los que participaban disfrutaron tanto como yo.